Controversias sobre organismos genéticamente modificados (OGMs) — el caso de las plantas transgénicas y su regulación en México: ¿miedo, interés, desconfianza o falta de conocimiento?

Laura Silva Rosales (investigadora en el Cinvestav-IPN Unidad Irapuato) lsilva@ira.cinvestav.mx

Diego González de León (Consultor Científico. Irapuato, Gto) dgdeleon@prodigy.net.mx

 

Introducción

Las primeras plantas transgénicas fueron producidas a mediados de la década de los ochentas. La producción comercial a gran escala de cultivos transgénicos se inició en China en 1990, con plantas transgénicas de tabaco resistentes a virus. Otros países siguieron, y el área total sembrada con estos cultivos ha tenido un aumento exponencial en los últimos cinco años, especialmente en los Estados Unidos de Norteamérica. Esta tendencia es sin duda un reflejo de la comercialización agresiva por parte de compañías privadas y la creciente aceptación de medianos y pequeños productores. Sin embargo, hay opiniones encontradas en cuanto al uso y consumo de productos transgénicos a nivel mundial, debido a riesgos reales y potenciales asociados a estos organismos. Los partidarios del uso de esta tecnología enfatizan la equivalencia de las plantas trangénicas, que involucran la transferencia de uno o pocos genes, con las plantas obtenidas por técnicas de fitomejoramiento convencional, o bien, con las especies exóticas introducidas. En los dos últimos casos puede haber intercambio de muchos genes entre las plantas que dan origen a variedades mejoradas, o entre las especies introducidas y aquellas que crecen en su vecindad. Por otro lado, a los oponentes de la ingeniería genética les preocupa una movilización de genes que puede trascender barreras taxonómicas, el posible impacto en la biodiversidad, el uso de genes marcadores que confieren resistencia a antibióticos, el riesgo de producción de sustancias alergénicas, etc.

Ambas posiciones merecen igual atención y sobre todo, un análisis científico de los argumentos que permita llegar a una opinión razonada que dé confianza plena al público en general acerca de las ventajas y limitaciones de esta nueva tecnología.

El mejoramiento tradicional, generador de organismos genéticamente modificados

El impacto de la agricultura sobre el ambiente, esto es la transformación de los "paisajes silvestres" hacia los "paisajes agrícolas" tiene una historia milenaria.

Durante miles de años desde la aparición de los primeros agricultores, se ha alterado, poco a poco, la esencia genética de las plantas que cultivaban. La domesticación de plantas silvestres se reflejó típicamente en un aumento del tamaño y cambios en la composición de los órganos para uso o consumo humano. Las prácticas de selección que permitieron aumentar rendimientos y combinar características de interés humano basadas en un conocimiento implícito de la reproducción sexual de las plantas, aparecieron poco después de la expansión inicial de la agricultura y al nacer antiguas civilizaciones.

La ciencia del mejoramiento genético "tradicional" o "clásico", una invención del siglo pasado (¡el 20!), se basó en el descubrimiento de los principios de la herencia y permitió acelerar en una forma sin precedentes la producción de cultivos que permitieron el nacimiento de la llamada "agricultura moderna". De aquí que el mejoramiento tradicional de las plantas cultivadas es un conjunto de metodologías para producir "organismos genéticamente modificados" en un sentido amplio.

El contexto actual

Estamos en el umbral de un nuevo salto cualitativo y cuantitativo en relación a esta "modernidad". Ahora no sólo conocemos las reglas básicas de la herencia, sino que tenemos a nuestra disposición, herramientas que permiten modificar, manipular y transferir el código mismo de la herencia. Un ejemplo de esta nueva revolución es la de los organismos transgénicos; los cultivos transgénicos u organismos modificados genéticamente, que ocupan ya una gran superficie sembrada en el mundo.

En la iniciativa de ley sobre bioseguridad discutida en la cámara de diputados, se define lo siguiente:

Una planta transgénica es un ejemplo de un organismo modificado genéticamente por medio del uso de ingeniería genética. Las técnicas más usadas para obtener plantas transgénicas son la transformación por medio de la bacteria Agrobacterium tumefaciens y la biobalística (bombardeo de uno o más genes en un tejido).

Las áreas sembradas con transgénicos

El incremento en el área mundial sembrada con cultivos transgénicos ha tenido un aumento exponencial que va desde casi cero en 1995, hasta cerca de 60 millones de hectáreas de un total de 13 425 millones de hectáreas cultivables en 2002; es decir un 0.45 por ciento del área total cultivable en el mundo está ocupada por transgénicos. Los países que han tenido mayores áreas de productos transgénicos sembrados (hasta 2002), son: Estados Unidos de Norteamérica, Argentina, Canada, China, Africa del Sur, Australia, India, Rumanía, España, México, Bulgaria, Indonesia, Colombia, Honduras y Alemania. Los productos transgénicos que mundialmente se han sembrado más (según datos de 2002) son, en millones de hectáreas: soya (33.3) , maíz (9.8), algodón (6.8), canola (2.7), papa y calabacita con menos de cien mil hectáreas. Los genotipos que más se han usado son los de resistencia a herbicida y a insectos (usando la toxina derivada de Bacillus thuringiensis o Bt), seguida de la resistencia a virus. Es importante mencionar que ha pesar de la corta experiencia que se tiene con el cultivo de transgénicos (siete años a la fecha), no han habido reportes de daños a la salud humana o animal.

La regulación en México de transgénicos y el protocolo de Cartagena

En un mundo con fuertes tendencias de globalización surge la necesidad de implementar acuerdos internacionales para un gran números de quehaceres humanos; entre ellos el intercambio de productos agrícolas y alimentos. Este es el caso del Protocolo de Cartagena sobre Bioseguridad, a partir de la Convención sobre Biodiversidad de 1992, que ha sido ratificado varios países del mundo, incluyendo a México. Este protocolo promueve, poco a poco, legislaciones y criterios nacionales e internacionales que permitirán una implementación razonada y cuidadosa de las nuevas biotecnologías fomentando que cada país genere la utilización de sus recursos (diversidad biológica), de manera racional y sustentable. También pone los antecedentes para los procedimientos adecuados para la transferencia, manipulación y uso de organismos genéticamente manipulados (transgénicos). De esta manera muchos países han adecuado sus normas sobre movilización y uso de transgénicos.

La magnitud de las áreas sembradas en México es muchísimo menor a la de otros países. Hasta 1999, los dos cultivos transgénicos que más se han sembrado son el algodón (hasta 100 mil hectáreas) y la soya en el orden de miles de hectáreas. La primera solicitud para la importación y ensayos en campo de material transgénico, en México se hizo en 1988. Debido a que en esa época no existía el marco regulador en México sobre productos transgénicos, la regulación se hizo bajo una ley de sanidad de semillas. El organismo regulador actual de organismos transgénicos en el sector agrícola, es el Subcomité Especializado en Agricultura (SEA) que se reúne a trabajar bajo el auspicio de Comisión Intersecretarial de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados (CIBIOGEM) con el apoyo de la Dirección General de Inocuidad Agroalimentaria, Acuícola y Pesquera de la Secretaría de Agricultura Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA). Este subcomité analiza las solicitudes tanto nacionales como extranjeras para movilizar, liberar y ensayar organismos transgénicos a nivel experimental y lo forman especialistas en la materia que analizan las solicitudes bajo una norma oficial mexicana (NOM-056FITO). Esta norma toma en cuenta información sobre la naturaleza y origen del transgén, el método de transformación, el organismo donador del transgén así como el receptor, las plantas silvestres relacionadas del lugar en donde se pretende llevar a cabo la liberación en campo, así como la biología reproductiva de la planta transgénica que permita tener una idea de la compatibilidad (de reproducción) con las especies silvestres aledañas. También se solicita información sobre las medidas de bioseguridad que se pretenden llevar a cabo durante y después del ensayo de campo, así como la ubicación precisa del lugar, los objetivos del ensayo, los cultivos cercanos y sus distancias, etc.

Bajo esta norma se han efectuado en México (hasta marzo de 2002), 246 ensayos con plantas transgénicas provenientes tanto del sector privado (en su mayoría) como del sector público.

El caso del maíz trangénico en México, ha merecido especial atención ya que existe actualmente una moratoria sobre su liberación al ambiente, dictada por la Dirección General de Sanidad Vegetal. El problema fundamental que ha puesto un freno a los ensayos de maíz transgénico en el país está íntimamente ligado al tema aquí analizado sobre la falta de conocimiento del impacto de organismos genéticamente modificados en sistemas abiertos. En efecto, sería deseable que mientras la CIBIOGEM establece las normas, regulaciones y sistemas operativos para estudiar y resolver el uso de organismos genéticamente modificados, la investigación en laboratorios e invernaderos sobre el impacto de transgénicos deba de continuar y acelerar la habilitación de tecnologías que eliminen riesgos reales conocidos.

Sobre el debate de los transgénicos

¿Por qué es el debate sobre plantas transgénicas una mezcla volátil de ciencia, economía, política y ética? ¿por qué este debate se ha esparcido desde los laboratorios hasta los hogares, pasando por las corporaciones, las cámaras de diputados, las editoriales periodísticas y los cafés?

Las controversias se generan en función del riesgo. Este puede ser percibido o real. El riesgo real existe desde el momento en que ya se ha detectado un daño relacionado con un efecto causal; es decir, depende de experiencias pasadas. La estimación de un riesgo debería ser por lo tanto medirse con base en una "estadística histórica." El riesgo percibido está directamente relacionado con factores no ponderables, puesto que no existe ninguna experiencia al respecto. Por ejemplo, la novedad de una tecnología compleja cuyas bases no son triviales y por lo tanto no son fáciles de comunicar al lego en esta materia, causa desconfianza. Habría que preguntarse si existe alguna tecnología o comportamiento con riesgo nulo. Desde luego la respuesta sería NO. La aceptación de un riesgo percibido o real, muchas veces depende de la percepción de los beneficios asociados a la tecnología o comportamiento en cuestión.

Cinco ejemplos de riesgos reales o percibidos

Conclusiones

La falta de conocimiento sobre los fundamentos de la genética, esto es los mecanismos y componentes de la herencia por los organismos vivos en general, facilita la percepción de riesgos "potenciales" como reales; de daños no probados como ya causados, de fenómenos biológicos improbables como comunes o posibles y genera mitos a favor y en contra. El riesgo percibido siempre es mayor al potencial o real. No hay nada intrínsecamente malo en esto: permite cuestionar y por lo tanto regular por medio de los mecanismos formales el crecimiento y aplicación de una nueva tecnología.

Las críticas y las desconfianzas ayudan a que las nuevas tecnologías seas más eficaces si las preguntas y las críticas están claramente formuladas en lugar de plantear dudas utilizando datos o anécdotas mal fundamentadas. De aquí que la información debe estar accesible al público y el público tiene una responsabilidad de informarse lo mejor posible para tener las herramientas que le permitan formular una sana opinión.

 

Referencias

http://apps.fao.org/page/form?collection=LandUse&Domain=Land&servlet=1&language=EN&hostname=apps.fao.org&version=default

http://web2.senasica.sagarpa.gob.mx/xportal/inocd/trser/Doc403/

James, C. 2002: Preview.Global Status of Commercialized Transgenic Crops:2002. ISAAA Briefs No.27. ISAAAIthaca, NY.

Silva-Rosales, L. Instancias y comisiones para la regulación de productos agrícolas por medio de biotecnologías. 2001. X Congreso Nacional de Bioquímica y Biología Molecular de Plantas y 4o. Symposium México-USA. 27-30 de octubre, La Paz, BCS., México.